jueves, 27 de octubre de 2011

Cañete no se vende, a Cañete se le respeta

Maciza, contundente jornada de protesta paraliza el Sur Chico
Paro total. Desde tempranas horas de la mañana se demostró la viril actitud del pueblo cañetano al acatar el paro provincial. Mercados, establecimientos comerciales, entidades financieras, universidades, institutos, centros educativos, agricultores, obreros de construcción civil, profesores y hasta los más modestos transportistas acataron la convocatoria del Frente de Defensa de los Intereses de Cañete. 
Defensa de la sede regional, límites con Chincha que se debe definir, partida para la construcción del hospital regional, rotundo NO a la construcción de cárceles en Cañete que en los últimos años ha llevado en aumento la delincuencia en esta tierra bendita por el penal de Cantera, fueron parte de las arengas y reclamos de los manifestantes por calles, carreteras y plaza públicas de Cañete.

“En 1960 se iba a construir un hospital regional para San Vicente y qué pasó, se lo llevaron a Huacho; en 1970 se iba a construir un puerto de desembarque en Cerro Azul y se lo llevaron a Pisco; ahora la sede se la quieren llevar a Huacho; esto es inconcebible para nosotros que somos cañetanos, el Tribunal Constitucional ha hecho una mala interpretación y nosotros vamos a lucharla”, arengó el doctor José Dulanto Santini.

La protesta se llevó adelante de manera pacífica, las fuerzas policiales dieron las garantías del caso brindando seguridad a los manifestantes y alertas a cualquier acto de provocación.
Lamentablemente elementos malintencionados de una conocida tienda política se atrevieron a corear la revocatoria de la alcaldesa provincial María Montoya Conde, pero fueron rechazados enérgicamente por los manifestantes en la histórica plaza de Armas de San Vicente. 

La jornada puede traducirse como el inicio de una serie de acciones por la reivindicación de los derechos de los cañetanos que han sido abandonados por autoridades y funcionarios públicos que nada han hecho por elevar la calidad de vida del cañetano en los últimos años.
Por: Juan Vladimir Rojas Hinostroza
Diario La Primera

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