La comunidad de Laraos, ubicada dentro de la Reserva Paisajística
Nor Yauyos Cochas, en la sierra de Lima, es famosa por sus andenes. Fuimos
hasta allá para conocerlos ahora que hay proyectos para ponerlos en valor.
La República (18MAY2014).- Cuenta don
Salomón Sánchez, comunero de Laraos, que sin la existencia de andenes aquí no
existiría agricultura y sin ella tampoco habría vida. Tiene 70 años y guarda
conocimientos ancestrales sobre el cultivo de la tierra, adquiridos desde niño
a través de la experiencia y la observación. Dice, por ejemplo, que estas
terrazas han salvado numerosas variedades de papas nativas porque crean
microclimas según la altura en que están situadas. Además mantienen la humedad
que la tierra necesita y evitan la erosión del terreno.
Parado en medio de un campo de
cultivo dice también que el sistema de drenaje para el riego de andenes fue
cosa de sabios. Una sabiduría milenaria de la que los comuneros son guardianes.
Lastimosamente algunos conocimientos se pierden en el camino: "Antes, la
fecha de siembra se hacía siguiendo los astros: Cuando la luna estaba en cuarto
menguante se sembraba lo que está debajo de la tierra, y cuando estaba en
cuarto creciente lo que da fruto en la superficie", comenta. Los cambios
climáticos ya no les permiten hacerlo.
Don Salomón siembra en andenes
que pertenecen a su familia desde fechas que se pierden en el tiempo. Y lo
mismo ocurre con la mayoría de comuneros de Laraos. La señora Catalina Gago, 60
años, agricultora y comerciante, siembra maíz en una zona de andenes conocida
como El Maizal ubicada en las inmediaciones del poblado. Esta es la andenería
más famosa del lugar: ocupa una enorme extensión de los cerros circundantes de
abajo hacia arriba, tiene una formidable arquitectura e ingeniería hidraúlica,
y su construcción ondulante se acopla admirablemente a la geografía.
El maizal de Doña Catalina es
regado a través de canales con agua proveniente de manantiales cercanos.
"Siembro maíz blanco y de color. Antes sembraba un maíz llamado huanza que
ya se está perdiendo", cuenta. También cultiva papas, ocas y cebada
en andenes de las zonas altas solo con agua de lluvia, un sistema que los
pobladores denominan 'aisha'. Estas terrazas son de épocas preincas e incas y
el uso que las comunidades le han seguido dando para el cultivo ha evitado su
desaparición.
Patrimonio vivo
Los andenes de Laraos, en la
provincia de Yauyos, pertenecen a la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas,
ubicada entre las regiones de Lima y Junín, a unos 300 kilómetros de la
capital. "Estos andenes no son un sitio arqueológico sino lugares donde
hoy se realiza actividad agrícola. Es decir, se trata de cultura viva",
dice Fernando Quiroz, director de la reserva. Las construcciones preincas no
solo existen en Laraos, sino también en el cercano distrito de Carania. En la
reserva hay andenes de distintas épocas, pero fueron los ingenieros incas
quienes perfeccionaron su funcionamiento y tecnología.
Las terrazas andinas de Laraos
son las mejor conservadas de todo el país junto a las del Cusco. Aquí los
cerros son de alta pendiente y sin los andenes hubiera sido imposible la
actividad agrícola. Esta tecnología logró convertirlas en tierras productivas.
Y hubo un magnífico uso del agua para darle vida a los cultivos. Con el caudal
de lagunas y manantiales cercanos, los constructores de esta maravilla crearon
un sistema de canales que alcanza todas las terrazas desde la parte media de
los cerros hacia abajo. En ellos se siembra maíz, habas o forraje para los
animales.
Los andenes más altos se riegan
siempre con agua de lluvia. El cultivo principal en la parte superior es la
papa nativa. Cuenta el jefe de la reserva que en Carania, otro distrito de
Yauyos, existe un 'laboratorio inca' de andenes circulares con varios pisos
altitudinales -similar a un estadio- donde nuestros antepasados hacían pruebas
para introducir nuevos cultivos. En ese 'coliseo' veían el comportamiento de
los productos con distintos microclimas. "Ese manejo de miles de años, ha
conseguido que dentro de la reserva se hayan generado 425 variedades de papas
nativas", refiere Quiroz.
En la zona hay tipos de
tubérculos que se adaptan a distintas altitudes, distintos regímenes acuícolas
y distintas plagas. Son muy resistentes. "Hablamos de cambio climático y
volteamos a ver tecnología de otros países, pero no este conocimiento que
tenemos hace miles de años. Si introdujeras aquí papa blanca o amarilla, que es
la comercial, viene la lluvia y la pudre o la atacan las plagas. Pero las
variedades nativas se adaptan a los microclimas y pueden mejorar la producción
si adoptamos una buena estrategia", dice Quiroz. Por eso el Servicio
Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) busca recuperar
los andenes y la producción que se realiza en ellos. En toda la reserva hay 8
mil hectáreas de ellos, pero buena parte está sin uso.
Rescate de andenes
En la actualidad -por poner un
ejemplo- producir un kilo de papa nativa puede costarle a los comuneros dos o
tres soles, pero en Huancayo se puede encontrar papa comercial a un sol. Para
el Sernanp la idea es simple pero no fácil: hacer que la actividad agrícola sea
rentable para que más agricultores se animen a producir y se amplíe la
superficie de andenes cultivada.
¿Se imaginan encontrar en un supermercado una variedad de papa que diga que proviene de un andén milenario, que es orgánica -sin uso de pesticidas en su cultivo- y que además proviene de un área natural protegida? "Al conectar esta papa nativa con un mercado específico, que pague lo que vale, vamos a hacer que la actividad sea sostenible a largo plazo", explica Quiroz. El esquema vale para otros productos como el maíz o la oca. ¿Podrían algunos restaurantes y empresas firmar un convenio para comprarles su producto orgánico a los agricultores de estas comunidades de Lima? No se trataría de cantidad sino de calidad. Hoy la producción en la zona es para consumo propio.
¿Se imaginan encontrar en un supermercado una variedad de papa que diga que proviene de un andén milenario, que es orgánica -sin uso de pesticidas en su cultivo- y que además proviene de un área natural protegida? "Al conectar esta papa nativa con un mercado específico, que pague lo que vale, vamos a hacer que la actividad sea sostenible a largo plazo", explica Quiroz. El esquema vale para otros productos como el maíz o la oca. ¿Podrían algunos restaurantes y empresas firmar un convenio para comprarles su producto orgánico a los agricultores de estas comunidades de Lima? No se trataría de cantidad sino de calidad. Hoy la producción en la zona es para consumo propio.
El Sernanp también está
realizando estudios para ver que tipo de papa nativa puede producir más, a qué
altura y con qué clima. Para ello han habilitado un área de cultivo
experimental en unos andenes del lugar. En esa zona han sembrado hasta 48
variedades de papa nativa, a cargo de comuneros que al mismo tiempo trabajan
como guardaparques para la reserva. El día que visitamos la parcela nos dejaron
grata impresión unas papas moradas, grandotas, que ellos cosecharon como
demostración.
Hay también otros anuncios. El
gobierno regional de Lima ha ofrecido invertir 2 millones 500 mil soles en la
recuperación de 70 hectáreas de andenes y 9 kilómetros de canales de regadío en
Laraos y Carania. Y como parte del II Congreso Internacional de Terrazas, que
se realizará en el Cusco del 19 al 22 de mayo, especialistas en el tema también
plantearán propuestas para ponerlos en valor.
Agua y tierra
Hace unos días llegamos a
Laraos en medio de la celebración anual de la Fiesta del Agua o 'limpia
acequia'. Allí el alcalde Abel Beltrán cuenta que el agua, los canales y los
andenes son parte indivisible de sus vidas. "En las andenerías se siembra,
se cultiva, se vive", dice convencido. Hay andenes de uso individual y
otros comunales. La siembra empieza en agosto. "Se limpia el andén, se
remoja y luego de tres días se barbecha o remueve la tierra. De ahí se nivela
la tierra y se la deja descansar de 5 a 8 días. Tras ese tiempo otra vez se
barbecha y se siembra. Los ocho días son para que la tierra madure y se saque
la maleza ", explica.
Los hombres barbechan con
chaquitaclla -que ha sobrevivido aquí desde tiempos inmemoriales- y las mujeres
con una lampa chica. "Ahora, a fin de mes, vamos a cosechar el maíz. Luego
entran los animales a comer la maleza que queda. Después se descansa en junio y
julio. Y en agosto nuevamente empieza el ciclo", comenta el alcalde, que
lleva puesto un sombrero adornado con frutas y flores. Otros pobladores
explican que el maíz producido aquí es de gran calidad.
En la vida de la comunidad todo
está conectado. La fiesta del agua es para pedirle a los Apus tutelares que
haya buenas cosechas y que no falte agua. En los tres días de fiesta, los
pobladores limpiarán la acequia principal que riega los andenes, disfrutarán de
una gran comida comunal y al tercer día soltarán el agua para que llegue a los
canales que hacen florecer todas las tierras de cultivo sembradas como
escaleras en los cerros.
La tecnología hidraúlica
existente aquí es milenaria pero asombrosa. El presidente de la comunidad,
Ronal Vílchez, apunta que además de las tomas para distribución del agua, hay
un sistema de 'pukaras' único. "En medio del andén hay un hueco que
permite pasar el agua de una plataforma a otra, pero más abajo hay como
ventanitas desde donde se puede limpiar el hueco principal para que no se
atore. Unos expertos japoneses que vinieron quedaron impresionados",
cuenta.
Atractivo turístico
Teodoro Doroteo Ramos, tiene 60
años, es agricultor y artesano. Nació en el pueblo de Tin Tin, pero vive en
Laraos. También es posesionario de andenes donde siembra maíz y papa. Además de
esa labor, hace varios años que también es guardaparques de la Reserva
Paisajística Nor Yauyos Cochas. Dice que entre sus funciones está la
conservación del medioambiente, la protección de la flora y fauna y -entre
otras tareas- sensibilizar a la gente para que conserven sus recursos. Entre
ellos los andenes que son parte de su historia y su tradición.
El ex ministro de Agricultura
Carlos Amat y León -que acudió a la zona para un encuentro sobre andenes-
comenta que estas construcciones existen también en otros países como China y
zonas de montaña, pero no hay construcciones tan avanzadas como aquí, con ese
manejo del terreno y el agua. "Estos andenes están construidos con
técnicas de orfebre", dice. Desde el punto de vista de su belleza
arquitectónica, los andenes de Laraos o de Carania también constituyen un
atractivo turístico y una razón para visitar la Reserva Nor Yauyos Cochas, que
tiene además nevados y paisajes recordables.
Don Salomón Sánchez, comunero
que también ha escrito un libro sobre la tradición del agua en Laraos, hoy
busca transmitir sus conocimientos sobre andenes a quien quiera escucharlo
"porque algunos ya nos vamos despidiendo", dice. Los andenes de
esta parte de la sierra limeña no son solo patrimonio vivo, sino una
posibilidad de desarrollo para sus actuales ocupantes, y una demostración de la
grandeza que alcanzaron los antiguos peruanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario