Tayamarca, es uno de los anexos más antiguos del distrito de Madeán, ubicado en la margen izquierda del río “Auquichanka”, a 3542 msnm. Une a la ciudad de Cañete una a carretera asfalta hasta el km 74, vía- Cañete – Yauyos del anexo de San Jerónimo una trocha carrozable de 35 kilómetros, después de dar una vuelta en U e ingresar a la quebrada de “Auquichanka” por donde baja el río de su mismo nombre, a medida que se avanza la hoya va ampliándose, aparece terrenos de alfalfares y de cultivo. Se cruza por los Huangáscar y Madeán, para llegar a la parte baja del cerro “Chuco” donde está el pueblo.
“Tayapata”, nombre originario, porque en ese lugar abundan las “tayas”, planta oleaginosa a la que se debe el nombre. La “taya” es un arbusto de tallo oscuro, de pequeñas hojas de color verde, contiene grasas que sirve de combustión. Y “pata”, es una palabra quechua que significa andén; con el correr de los años lo cambiaron por “Tayamarca” sin perder su originalidad de “taya”. Los primeros hombres que se asentaron hace siglos fueron la etnia los “Wari”, construyeron los cientos de andenes de cultivo en “Culluhuanga” y “Uchpacancha”, donde cultivaron papa, olluco, mashua, quinua, la oca, plantas que siguen sembrando; siendo la papa la más solicitada por su delicioso sabor al paladar.
Tayamarca, pueblo con historia
Entre los años 770 -900 d. C. época de la expansión del Imperio “Wari” llegaron los soldado a su paso a la costa, para extender sus dominios. Posiblemente se hayan quedado por algún tiempo, para construir la ciudad de “Waricancha”, frente a “Tayapata”. Antes de esta etnia, transitaron por su suelo los Chankas, los comerciantes “Chinchas” y los Inkas. Fueron los Chancas que bautizaron el nevado “Auquichanka” en honor a su pueblo de origen, ésta belicosa tribu habitaba en las márgenes del río Pampas, Apurímac, combatieron con el Imperio Inka, una de las civilizaciones más fascinantes de la humanidad.
Los soldados “Wari”, en largas jornadas viajaban con sus mujeres e hijos, y se asentaron en “Waricancha”, para crear una civilización cuyos restos perduran en la actualidad. Edificaron a base de piedras y argamasa de barro: palacios, templos, acueductos, residencia de curacas. Hacia la parte baja está terrenos de “Culluhuanga” que pertenece a la Comunidad de Madeán y Tayamarca. El año de 1915 fue invadido por comuneros de San Pedro de Huacarpana, aún se han apoderado de una gran extensión de terreno ante la inercia de nuestras autoridades, inclusive crearon una Escuela que pertenece a la UGEL de Chincha.
Llegaron los “Chinchas” (Yuncas). Conocido por ser grandes comerciantes que distribuían sus negocios en caravanas de llamas: pescado ensalado, frutas: pacae, chirimoya, guayaba, maní, pepino y camotes, yucas, frijoles, pallares. Se reunían en las proximidades del nevado “Auquichanka. Uno de los grupos se dirigían al altiplano (Puno) Cuzco y Ayacucho y el otro hacia el norte llegando a Yauyos. Cruzaban por los quinuales de “Cuchuy”, para llegar a “Tayapata”, “Canchapallqa”, “Yuncaipara” (de los yuncas), “Ranracancha” a Runahuanác, conseguir Guarco (Cañete) y luego dirigirse a Huaráz.
También pobladores de “Tayapata”, se asentaron en los terrenos de “Uchpacancha” y “Clavelpata”; tierras fértiles para la agricultura y ganaderías; éste último nombre es nuevo por ser lugar de claveles, geranio y rosas, delicia de las mujeres para adornar sombreros, usar en cumpleaños, matrimonios y el mes de noviembre fiesta de “Todos los Santos”, día de los difuntos llevar al Campo Santo. Asimismo pagar al “Apu” tutelar, “Chuco” la montaña sagrada que vigila a los pobladores de la zona, e su dios protector que castiga a sus naturales por olvidarse de rendirles cultos y ceremonias
Por el año de 1942, los pocos ciudadanos acordaron celebrar fiesta en honor a su Santo e hicieron coincidir con el 12 de octubre, llamado trivialmente DÍA DE LA RAZA. Actualmente lo han cambiado para celebrar el 29 de setiembre en honor a su Patrón “San Miguel de Arcángel”. Por entonces era amenizada con la Banda de Músicos del pueblo de Apurí y concurrían multitud de personas de diversos lugares, docentes y alumnos de Ortigal y Madeán, de “San José de Chancurí” y “Marcalla”, anexos del distrito de Azángaro.
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Hasta el año de 1952, Tayamarca no tenía un campo deportivo. Los partidos de fútbol se realizaban en la parte alta del pueblo, una pequeña planicie cubierta de ichu, a media hora de caminata, donde se protagonizaban ardorosos encuentros deportivos la parte. En ese año participé defendiendo los colores de mi escuelita 4673 de Ortigal. El año del 2001, el alcalde Alejandro Chulluncuy Meneses, construyó la carretera de “Vicuña Punco” a Tayamarca y el Moderno Estadio que tiene en la actualidad, ubicado al ingreso del pueblo.
Hasta el año de 1952, Tayamarca no tenía un campo deportivo. Los partidos de fútbol se realizaban en la parte alta del pueblo, una pequeña planicie cubierta de ichu, a media hora de caminata, donde se protagonizaban ardorosos encuentros deportivos la parte. En ese año participé defendiendo los colores de mi escuelita 4673 de Ortigal. El año del 2001, el alcalde Alejandro Chulluncuy Meneses, construyó la carretera de “Vicuña Punco” a Tayamarca y el Moderno Estadio que tiene en la actualidad, ubicado al ingreso del pueblo.
Al artífice de la creación de la comunidad de Tayamarca fue Alfonso Chávez Alva, hijo de Miguel Chávez Chulluncuy y de Leocadia Alva. El poblado lo nombró Juez de Paz, después miembro de la comunidad, éste aprovechó para buscar el adelanto de su pueblo. En 1961, hizo reconocer la Comunidad ante el Ministerio de Asuntos Indígenas, desligándose de Madeán. Los ciudadanos más importantes fueron: Fidel Chávez, Erasmo Huari, Patrocinio Perales, Víctor Huari, Vicencio Chávez, Abraham Huari, Asunción Huari, éste último en su lecho de agonía (1962) pidió al Padre Enrique le diera la extremaunción[1]; que recorría por los pueblos más apartados de la provincia de Yauyos.
La Escuela Primaria empezó funcionar desde 1946. Trabajaron docentes: en 1952-1957 Olga Santos Bruno; de 1958-1962 doña Raymunda Madueño Ramos, construyó el local de la Escuela, colocó puertas de fierro llevando desde Lima, compró varas de eucalipto para el techado. Fue reasignada en 1963 a la Escuela de Pampa Uña, siendo reemplazada por Amelia Reynoso, natural del distrito de Huangáscar. Después llegaron decenas de profesoras.
En la actualidad, Tayamarca es una ciudad planificada, cuenta con un Jardín de Infancia, un Colegio del nivel Secundaria, un moderno Auditorio, una Posta Médica, hermoso templo, un Estadio, una Loza Deportiva, Agua Potable y está el Sitio Arqueológico de “Waricancha”, que falta estudiar por arqueólogos y antropólogos. El alcalde y el Director del Colegio deben incentivar el estudio y su investigación. Todos los domingos llegan camiones cargados de frutas y mercaderías de Cañete y Lunahuaná, para intercambiar con papas y quesos, inclusive llegan comuneros del distrito de San Pedro de Huacarpana (Chincha) y pueblos del norte de la provincia de Castrovirreyna hacer negocios.
Por: Manuel Madueño Ramos
[1] Samuel Valero, “Yauyos: Una aventura en los Andes”
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