Humbert Romero Verano
Director La Primera Lima Provincias
humbertromero@hotmail.com
En estos tiempos se habla mucho de los derechos de la población a participar en los diferentes actos de gobierno; se habla mucho de los temas de revocatoria, seguramente porque la ocasión lo amerita; pero analicemos un poco el particular.
La participación ciudadana está considerada como un derecho fundamental en la Carta constitucional vigente, es así que se establece que toda persona tiene derecho a participar, en forma individual o asociada, en la vida política, económica, social y cultural de la Nación. Los ciudadanos tienen, conforme a ley, los derechos de elección, de remoción o revocación de autoridades, de iniciativa legislativa y de referéndum. En esta oportunidad nos ocuparemos del derecho de revocatoria de las autoridades.
El derecho fundamental de participación ciudadana tiene que ver con los derechos y deberes ciudadanos contemplados en la Constitución, así tenemos que tienen el derecho de ser elegidos y de elegir libremente a sus representantes, (…). Es derecho y deber de los vecinos participar en el gobierno municipal de su jurisdicción.
La revocatoria es un mecanismo de participación directa de la ciudadanía, que tiene como objetivo controlar el ejercicio del poder político que se le otorga a las autoridades elegidas democráticamente y que no cumplan las expectativas que generaron para que los ciudadanos voten por ellos; en otras palabras, si las autoridades electas no cumplen con sus propuestas electorales, la población tiene todo el derecho de sustituirlas por otras.
Sin embargo, muchas veces se hace abuso de este mandato constitucional. Estoy convencido que no todos los kits se han comprado planificando un serio trabajo de revocatoria a determinada autoridad. Algunos politiqueros actúan con el hígado y métodos revanchistas, a consecuencia de supuestos desprecios políticos de la población electoral y terminan perdiendo y defraudando a la población.
Entiendo que para liderar la revocatoria en un pueblo se debe reunir ciertas cualidades como sensibilidad y emoción social, capacidad de convocatoria, contar con recursos económicos, conocer y plantear alternativas a la problemática local, y sobre todo, tener un limpio y vasto currículum que distinga las condiciones del líder.
Debido a que tengo odio al alcalde de mi pueblo no me puedo atribuir la facultad de comprar un kit y autodenominarme líder de la revocatoria, sin haber realizado una consulta previa al electorado de mi localidad.
Ojo que no me estoy oponiendo a este mandato constitucional de revocatoria. Lo que estoy planteando es la ejecución de un trabajo serio y planificado. La ejecución de un trabajo que pase por la consulta y respaldo de la población. Sólo así se lograrán los objetivos. De lo contrario, estaremos hablando más de lo mismo y los revocadores de hoy serán los candidatos del mañana.
Es cierto que algunas autoridades, por no decir otra cosa, no están cumpliendo con sus compromisos ofrecidos en campaña electoral, no están administrando bien los recursos del Estado, tienen serios cuestionamientos por sus trabajos en participación ciudadana; sin embargo, para revocarlos se requiere planificación, liderazgo, y compromiso histórico con la comunidad y la historia. Ojalá así sea.
-Véase el artículo 2º numeral 17.
-Véase el artículo 31º.
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