Son
fieles y una vez que consiguen pareja no la dejan hasta que mueren. La Reserva
Paisajística Nor Yauyos Cochas es ideal para avistarlas
Por
Rudy Jordán Espejo: A
más de 4.000 metros
sobre el nivel del mar, entre montañas blancas como gigantes raspadillas, el
frío quema y el cielo celeste se refleja como un óleo vivo en el agua
cristalina. Entre las decenas de aves que pueblan Caja Real –una de
las 485 lagunas que contiene la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas, en
las serranías de Lima y Junín- una pareja de aves atrae nuestra atención.
Y es
que no solo se distinguen por sus llamativos colores –pecho blanco, plumaje
negro y alargadas patas rojas- y por su caminata chaplinesca, sino que, como si
se tratase de sombras, las parejas de huallatas (también conocidas como gansos
andinos) se persiguen para siempre mutuamente y a todos lados.
“Se
trata de un ave fiel. La pareja permanece unida hasta que uno de los dos llega
a morir. Cuando esto sucede, el ave sobreviviente se queda sola. Son aves
románticas y siempre andan juntas”, afirma Judith Sanabria Paredes, licenciada
en Turismo, Hotelería y Gastronomía, y especialista en esta reserva.
Para
el especialista en comportamiento de animales, Eduardo Garay, esta conducta
puede encontrarse también en otro tipo de aves, como los guacamayos, quienes
pasan toda la vida buscando pareja. “Cuando la encuentran, no vuelven a tener
otra”, asegura.
Pero
además de monógamas y románticas, “estas aves son muy sociales y se mueven
juntas”, asegura Javier Barrio, vicepresidente del Centro de Ornitología y
Biodiversidad (Corbidi).
Al
retirarnos de la laguna de Caja Real, las huallatas emprenden vuelo, como
despidiéndose de nosotros, en perfecta coreografía.
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