miércoles, 18 de septiembre de 2013

Rumbo a los dominios del Apu Pariaqaqa - Camino a Tanta (Yauyos)

Camino al bucólico pueblo yauyino de Tanta, a sus encantadas lagunas de colores, a sus verticales escaleras de piedra, a recorrer el gran Camino Inca, y toparse con magníficas pinturas rupestres y el señor de señores: el respetable nevado Pariaqaqa.
Escribe: Noemi Acuña   Fotos: Luz Obregón / rumbosdelperu.com
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apasionante aventura
Mientras observo los bellos tejidos multicolores, doña Norma Soto atiende una llamada telefónica. Le indica a un turista de cómo llegar, le ofrece un guía, hospedaje, restaurante, arriero y llamas para que pueda hacer su recorrido sin ningún problema. Ella es la presidenta de la Asociación de Turismo Rural Comunitario de Tanta, un tradicional distrito de Lima, enclavado en la fría puna sobre los 4200 msnm. Tanta es parte de la Reserva Paisajística Nor Yauyos - Cochas.
Cuando vuelve a nuestra conversación, me cuenta cómo ha organizado las últimas visitas, que  ha perdido, pero aprendido mucho. No hizo bien los cálculos y al final terminó pagando de su bolsillo, sin embargo no se amilana. Ella, al igual que muchos tanteños han empezado a ver una nueva opción de desarrollo a través del turismo, asimismo a valorar más sus recursos naturales y sus manifestaciones culturales gracias al apoyo constante de los especialistas de la reserva.
LA CATEDRAL DEL APU
El pueblito de Tanta, vigilado por el Apu Pariaqaqa y el nevado Ticlla, emociona por sus tradicionales calles y casas de techo rojo, sobre todo por su gente. No debo decirlo yo, pero –la verdad- es que son bellas las mujeres de Tanta. Hasta aquí llegué luego de dos mágicos días caminando por un tramo del Camino Inca Xauxa - Pachacámac, dominio del nevado Pariaqaqa.
En el trayecto, que empezó en el abra Shajsha (camino a Junín), una de las cosas más emocionantes fue descender por Escalerayoc, un pedazo de los caminos ancestrales que tiene alrededor de 2,000 peldaños sobre el Cerro San Cristóbal. La perfecta obra de ingeniería es sumamente sorprendente. El tallado, los tamaños, las formas y la inmensidad de una escalera ofrecen una majestuosa vista que al viajero le pone en conexión con el Apu tutelar de Yauyos.
Luego, otro pasaje impresionante. Como para no creerlo. Son las pinturas rupestres de Cuchimachay que abarcan hasta dos metros de ancho. Auquénidos retratados puede ver en cualquier parte, pero las escenas de vicuñas preñadas y de fetos, representan –según los entendidos- en un claro culto a la fertilidad. Cuchimachay se formó de cuatro gigantescas rocas caídas del cerro San Cristóbal que dio origen a un gran abrigo rocoso. Tiene una entrada que parece una ventana desde dentro y se contempla el pico del Pariaqaqa, por eso la llaman la catedral del Apu. Allí se hallaron  restos de  cerámica, cereales y restos óseos y vestigios humanos, ofrendas tributadas por los antiguos Yauyos, Huancas y los Huarochirí.
UN BANQUETE ANCESTRAL Y GRATA COMPAÑÍA
Apúrate, en Cuchimachay vamos a hacer una parada para el refrigerio, me decían como motivación para avanzar. No es que mis fuerzas no dieran, sólo que prefería ir lento para disfrutar al máximo de todo ese entorno mágico. Además, aunque  estómago mi estómago rugía, el par de galletas y panes que llevaba en la mochila no me motivaban parar. Pero al llegar, mi rostro cambió. Los guardaparques prepararon un fiambre especial para todo el equipo. Cancha tostada con yeso, queso de Visca, paqueques, papa nativa y Shacta, carne de alpaca aderezada con ajíes abrían el apetito de cualquiera.  Estos alimentos, que los acompañan en sus salidas de control, pueden durar hasta una semana, además son muy nutritivas. Nuestra gastronomía es muy amplia sin duda, y en los lugares más escondidos hay muchos sabores por descubrir.
Un banquete inolvidable que alcanzó para los 25 hambrientos caminantes. Este viaje, además del misticismo del camino, tuvo un ingrediente especial, la grata compañía de todo el personal de la Reserva Paisajística Nor Yauyos - Cochas, protectores de su gran biodiversidad y los 485 espejos de agua que alberga. Jefe, especialistas, guardaparques y voluntarios, una experiencia de mucho aprendizaje. Las largas conversaciones sobre los problemas, las nuevas ideas, el trabajo que aún falta hacer, limitaciones, quejas, etc. me hicieron ver que no se logra nada si no hay compromiso, constancia y sobre todo pasión, cosa que identificaba a cada uno.
LAGUNA ENCANTADA
Luego de esta deliciosa parada mi transito continuó por Culebrayoc, otra zona que intriga. A lo largo de unos 100 metros, una franja, tipo culebra, se dibuja entre las piedras que siguen el camino, ellas, en algunos puntos tiene una huecos como si fueran hechos por lanzas. Se trata de la culebra mítica de dos cabezas mandada por el Dios Huallallo Carhuincho para asesinar a Pariaqaqa, y cuyos hermanos mataron con sus lanzas de oro, dejando como prueba las perforaciones en la roca, según cuenta la leyenda. 
En todo el camino podemos apreciar nueve hermosas lagunas, de ellas, Mullococha es una de las principales por sus leyendas y su contraste con el Pariaqaqa. Dicen que en ella aparece a medianoche una ciudad encantada. Sobre las faldas del cerro Verdecocha continúa el camino inca que se contacta con el abra de Tío Pata. Y la laguna sigue a los pies del caminante. Aquí el viento corre con tanta fuerza que parecen mover los cerros. Desde lo alto, se aprecia la inmensa laguna Paucarcocha, de 7 kilómetros de largo. Los tanteños tienen un criadero de truchas, la que les socorre en su economía familiar.
Encima de Mullococha está la quebrada y laguna Atayhuay. Un lugar perfecto para acampar, no sólo porque se tiene una vista magnifica de la laguna, sino porque en el fondo de esta quebrada se encuentra el principio y el fin de toda esta zona, el respetable Apu Pariaqaqa, una las divinidades más importantes del mundo andino. Los antiguos  peruanos sabían honrar el líquido vital. De su deshielo se abastecen los pobladores de la cuenca del río Mantaro, río Cañete, y hasta el mismo Rímac. Esto, sumado a las historias de su origen, sus hazañas, amores y la idílica relación con los pueblos que lo adoraban comentadas en Dioses y Hombres de Huarochirí, el texto más importante de Francisco de Ávila, lo convierten, junto a Pachacámac, en la más importante deidad del Chinchaysuyu.
Desde que empecé a caminar sentí una conexión particular con la naturaleza y el Pariaqaqa que renovaba mis fuerzas y liberaban mi alma. Aunque en todo el trayecto la contemplé desde diversos ángulos, al llegar al campamento de Atarhuay aproveché para acercarme más. La tarde empezaba a caer y los últimos rayos jugaban en su blanca cresta. Llegué sola hasta la laguna Verdecocha, desde donde se tiene una vista frontal de su imponencia, me asusté con dos enormes piedras que tienen formas extrañas, muchos dicen que son huacas protectoras. Yo diría que sí. Una tiene unos picos tallados como representándolo y otro tiene la figura de un toro con el cuerno hacia el pico. Estar allí, a pesar del miedo por todas las leyendas que se tejen sobre él, significó para mí un reencuentro con mis ancestros, sus creencias, su forma de respetar la vida, pero sobre todo con la bondad de la Pachamama.
Para transitar por los dominios del Pariaqaqa siempre hay que hacerle un Pagapu (ofrenda al Apu). Nosotros realizamos dos, uno en el abra Shajsha y otro en el abra Portachuelo, desde donde tuvimos la primera vista de él. Nunca había sentido tanta reverencia por este tipo de ritos. El aura del lugar y la fe de los que realizan la ofrenda hacen que  sea muy especial.
“Hace año y medio hicimos un recorrido con 30 escolares de Tanta. No hicimos el Pagapu, como eran adolescentes todo lo tomaban a la broma. En Cuchimachay, cogieron uno de los cráneos y se tomaron fotos. A medianoche todas las chicas se desmayaron. No había explicación. Al despertar estaban aturdidas, deliraban, y decían que un hombre blanco las perseguía en sus sueños. Que debían hacer entierros, sacrificar dos chicas. Esos desmayos sucedieron por varios meses. Hicimos muchos pagos, en el último enterramos 6 chanchitos disfrazados de niñas. Desde ese entonces están más tranquilas, pero de cuando en cuando siempre se les aparece el Apu”, cuenta Jacinto Jiménez, guardaparque de la reserva que  vivió esta experiencia.
DIBUJANDO PAISAJES
Todo el recorrido está lleno de misticismo y bellos escenarios naturales que pertenecen al distrito de Tanta y que la Reserva Paisajística Nor-Yauyos-Cochas  se encarga de preservarla a través del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado-Sernanp. Esta reserva, aunque se creó el año 2001, recién se implementó en el 2006. Tiene 13 asociaciones de turismo, además, se está trabajando en el proyecto de adaptación al cambio climático  basado en ecosistemas que lo financia el gobierno alemán. El proyecto uso y conservación de la biodiversidad asociada a la red de caminos ancestrales andinos ha logrado ser parte de la currícula escolar de Lima y Junín. Los pobladores también han recibido campañas de educación ambiental, y hasta saben cosechar sus pastos sosteniblemente. 
“Además del personal del área. El mejor recurso y aliado en esta reserva son sus pobladores, un caso atípico. La creación de la Nor Yauyos - Cochas fue a pedido de ellos, un arduo trabajo participativo la Sociedad Agraria de Interés Social - SAIS Túpac Amaru, la Corporación de Desarrollo del Nor Yauyos - CODENY, municipalidades, las comunidades campesinas, organismos no gubernamentales y el sector privado de la zona, junto al Estado a través del Sernanp. Eso explica el avance que tienen en apenas 8 años de implementación”,  manifiesta el Ing. Marco Arenas, especialista en Áreas Naturales Protegidas del Sernanp,  primer jefe del área y quien elaboró su Plan Maestro.
En esta parte de la reserva hay varias opciones de caminata. Por ejemplo: Shajsha - Tanta, Tanta - Miraflores, Tanta - Laguna Piticocha, por sólo mencionar algunas. Usted puede armar la ruta de su preferencia. Todas las opciones son geniales. Este tramo me dejó encantada, un agradecimiento especial a cada uno de los miembros de la reserva porque gracias a ellos,  además de vivir una experiencia paisajística inolvidable, pude sentir una conexión con nuestros ancestros y sus creencias. No pierda la oportunidad de sentirla, la Reserva Paisajística Nor Yauyos-Cochas lo espera. 
GUÍA DEL VIAJERO
¿Cómo llegar?
Con movilidad propia: Lima - Pueste Pachacayo, allí hay un puesto de control de la reserva (Km  53 carretera central)- Tanta.
Movilidad pública: Lima - Jauja.  Del terminal terrestre de Jauja, los domingos y miércoles, salen custers y dos camiones de la comunidad  a la 1 pm. para Tanta (5 horas de viaje / entre 15 y 8 soles el pasaje).  La movilidad regresa a Jauja los lunes y viernes a la 1 pm. 
Contacto            
Asociación de Turismo Rural Comunitario  de Tanta- Norma Soto Ysla / 997224557
Oficina Central de la RPNYC: Av. Huancavelica 3113 - Covica, El Tambo - Huancayo. Telefax: (51) (064) 243888
Juan Carlos Pilco Huamán - especialista de Turismo de la RPNYC / jpilco@sernanp.gob.pe / RPC 993279915 

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