Cooperación Suiza destinará 4.5 millones de euros
Andina: Lima, oct. 06. Mejorar la capacidad de adaptación y
gestión de riesgos frente a la reducción de la superficie glaciar en la cuenca
del río Cañete, en la sierra sur de Lima, es el objetivo de la segunda fase del
proyecto Glaciares, una iniciativa de la cooperación binacional Perú-Suiza que
se ejecutará en los próximos tres años.
Karen Price, coordinadora del proyecto, informó a la
agencia Andina que para esta segunda fase se cuenta con un
financiamiento cercano a los 5 millones de francos suizos (alrededor de 4
millones 500,000 euros) de la Agencia Suiza
para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude) a través de su Programa
Global de Cambio Climático.
Indicó que el retroceso acelerado de glaciares en
los Andes tropicales incrementa las condiciones de posibles deslizamientos,
avalanchas, y aluviones y, por lo tanto, incrementa los riesgos de desastres.
Frente a ello, se requiere la implementación de un sistema de alerta temprana
que permita una pronta evacuación de la población y salvar vidas.
Además, ocasiona una pérdida de una importante
fuente de agua para las poblaciones aledañas, la producción agrícola de cual
dependen para subsistir y mejorar su calidad de vida; así como para los
sistemas de agua potable y para la generación de energía en todo el país.
"Estas condiciones, generan nuevos riesgos
debido a los impactos de cambio climático, provocando alteraciones en las
condiciones sociales y por ende la vulnerabilidad de la población",
manifestó.
En ese sentido, Price refirió que una de las
primeras actividades del proyecto es levantar información que permita determinar
la magnitud del repliegue de los glaciares que constituyen la naciente del río
Cañete y luego conocer en qué medida esta situación afecta a los humedales y
bofedales de los que depende la subsistencia de alrededor de 25,000 familias a
lo largo de la cuenca.
La coordinadora del proyecto Glaciares destacó que en esta segunda fase es muy
importante la incorporación del sector privado, dado que desarrolla actividades
económicas como la generación de energía eléctrica, que depende de la
disponibilidad de agua.
Asimismo, se quiere afianzar la institucionalidad en
el tema de los glaciares, sobre todo en el ámbito de la investigación y el
funcionamiento de un sistema gubernamental en el que participen activamente los
gobiernos regionales y locales, con el apoyo de la población.
Recordó que en la primera fase del proyecto,
iniciada en 2011, se intervino en las regiones Áncash (Cordillera Blanca) y
Cusco (Cordillera del Urubamba). En el primer caso se habilitó un sistema de
alerta temprana en Carhuaz que beneficia a 1,150 familias, mientras que en el
segundo se diseñó un sistema de monitoreo integral en Santa Teresa, que está en
proceso de implementación y que beneficiará a 380 familias.
En ambos lugares se logró la participación de la
comunidad en el desarrollo de planes que integren gestión de riesgo de
desastres y adaptación al cambio climático, se incorporó ambos temas al plan
curricular escolar.
Pérdida de glaciares en Perú
Sostuvo que en los últimos 40 años, el Perú ha
perdido 746 kilómetros cuadrados de área glaciar, lo equivale al 42.52% de la
masa glaciar del país.
"Los glaciares tropicales ubicados en la
cordillera de los Andes juegan un papel importante en la comprensión del
sistema climático mundial y sus cambios. Alrededor del 71% de estos glaciares
se encuentra en el Perú, donde el área glaciar se ha reducido en 42.52% entre
1970 y 2010. A ello se suma que cerca del 14% (996 lagos) de los 8,355 lagos de
origen glaciar inventariados en el Perú se ha desarrollado en los últimos 30
años debido a la fusión del hielo", comentó.
La coordinadora del proyecto Glaciares ofreció estos
alcances tras participar en un conversatorio sobre la gestión de riesgo de
desastres y oportunidades frente al retroceso glaciar en el Perú.
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