Francisco
I: Un Papa que prefiere viajar en autobús y visitar los barrios pobres;
iniciará su pontificado el 19 de marzo con una misa solemne
El futuro de la Iglesia está en el "fin del
mundo". Fue así como el argentino Jorge Mario Bergoglio confesó
en el balcón de San Pedro con pudor y
modestia la extraordinaria sorpresa que le ha causado la
designación como sucesor de Benedicto XVI.
Dedicó
a Joseph Ratzinger sus primeras palabras. Y pidió a los feligreses que
abarrotaban la Plaza de San Pedro que compartieran un padre nuestro en homenaje
al "obispo emérito", testigo de la proclamación de Francisco I desde las
habitaciones de Castel Gandolfo.
Nunca
un Papa había sido elegido en Latinoamérica. Nunca un Papa había sido escogido
entre los jesuitas. Pero es cierto que el propio Bergoglio
estuvo muy cerca de frustrar la victoria de Ratzinger en el
Cónclave de 2005.
Ocho años después, los
cardenales no se han decantado por un Pontífice joven (76 años), pero sí progresista
y comprometido con la evangelización. Aludió a ella explícitamente el
cálido y sensible discurso de Jorge Mario Bergoglio.
Tan cálido y sensible que antes de bendecir a los feligreses pidió que
lo bendijeran a él. Inclinándose a la muchedumbre en plan Juan XXIII con
una actitud desprovista de boato que se atiene a la ejecutoria espartana del
sobrenombre elegido: otra novedad, pues nunca tampoco un pontífice había
elegido el alias de Francisco.
"Recemos
unos por otros, por todo el mundo", dijo el bonaerense.
Hicieron
falta cinco votaciones. Un Cónclave breve del que se tuvo noticia a
las 19.07 horas. Ya entonces los fieles habían abarrotado la Plaza de San
Pedro, sin importarles la lluvia ni el frío invernal con que se deslucía el
acontecimiento.
Pero dejó de llover. Lo hizo
cuando el protodiácono apareció en el telón rojo de la balconada para anunciar
al mundo el 'Habemus
Papam'. Ha sido una
sorpresa. No respecto a las intenciones de los cardenales, pero sí
respecto a las especulaciones con que la prensa italiana había planteado el
ceremonial como un duelo Scola-Scherer.
Quizá Bergoglio sea una
síntesis de ambos. Casi italiano como Scola, por su origen y su cultura. Y
latinoamericano, como Scherer, aunque con una visión de las emergencias de la Iglesia colindante con el
progresismo.
El portavoz del Vaticano, el
padre Lombardi, ofreció una rueda de prensa a última hora de la tarde para
confirmar que el nuevo Papa
oficiará el Ángelus a las 12.00 horas del domingo y que la ceremonia de entronización será el martes
19 a las 9.30 horas con la afluencia de jefes de Gobierno y de Estado,
entre otras importantes personalidades.
Tras ser elegido, el nuevo Papa
llamó al Papa emérito Benedicto XVI con quien se reunirá "en los próximos
días", según informó Lombardi.
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