lunes, 7 de febrero de 2011

Rol de las municipalidades en la provincia de Yauyos, retos aún pendientes de cumplir…

Por: Lic. Edwin Goicochea Quispe (*)

Cuando en el 2003 se promulga la nueva Ley Orgánica de Municipalidades Ley Nº 27972, de seguro era para darle nuevos roles y cobrar mayor protagonismo de desarrollo a través de organismos descentralizados con mayores recursos así como con mejores herramientas que permita a las instituciones como las municipalidades, estar más cerca de sus ciudadanos.

Entendiéndolo así, la idea de nuestra población está asociada a lograr mejoras colectivas e individuales, y que estas se conviertan en el tan mencionado “desarrollo” con un acceso justo de los recursos, y que estas no solo se concentren en unas pocas personas, más bien puedan ser de beneficio común; ante eso la municipalidad tiene la gran tarea de convertirse en PROMOTOR DEL DESARROLLO aperturando espacios de participación, cogestión, articulación y concertación con organizaciones, empresas, industrias y redes sociales que vayan a planificar y velar por una correcta conducción de gestión local[1].

Sin embargo, es también de entender que no solo recae la responsabilidad institucionalmente sobre quienes son elegidos a través del voto popular, sino también de la ciudadanía –claro está que no se refiere solo a los mayores de 18 años– de quienes se espera una participación e involucramiento activo con impulsos colectivos y desterrar esa débil identidad y alejamiento advertido de la participación.

Asumiendo la conceptualización de municipio como espacio de actuación de una gestión municipal, y teniendo este tres dimensiones político, territorial y social; debería encaminarse a construir municipios modernos, promotoras de desarrollo local, formadores de identidad local, participativas, constructoras de ciudadanía, prestigiosas y sólidas; lo que favorecería un adecuado cumplimiento de sus roles.

Sin embargo, a medida que pasan los años y en plena globalización, aún no se han cumplido con tradicionales roles que son tan necesarios como los que van surgiendo en este siglo:
·  Eliminación de la pobreza y el hambre;
·  Desaceleración y mayor equilibrio del crecimiento demográfico;
·  Protección al medio ambiente;
·  Desarrollo centrado en el ser humano.
·  Promoción del desarrollo económico local

Para ello es bueno conocer estrategias para hacer mucho más viable el desarrollo; entre ellas podemos mencionar la construcción de una visión compartida surgida de la misma población y tener en claro la suma de sus esfuerzos, asimismo se debe conocer la realidad local lo que quiere decir realizar un diagnóstico situacional y aún más importante contar con criterios de planificación a mediano y largo plazo, así como establecer alianzas estratégicas solidas como garantía de impulso sostenible progresivo.

Queda claro también, que es improbable hacerlo con tan pocos recursos por lo que el Estado debería aplicar una verdadera descentralización también en el plano económico –estos ser utilizados con responsabilidad y mecanismos de fiscalización operativos– teniendo en cuenta la experiencia de otros estados aún más grandes como Argentina o México que solo concentra el 70% de los gastos generales, siendo en los países industrializados aún más concluyente como Alemania que solo centraliza el 16.7% de sus gastos y Estados Unidos el 21%; esto garantizaría una atención eficiente, eficaz y oportuna delos pueblos; porque la constante de los problemas del centralismo y sus secuelas, ponen en aprieto las posibilidades de encontrar un camino que nos conduzca hacia el desarrollo sostenible local.

Sin duda para las municipalidades de Yauyos, consideradas rurales hace mucha falta la participación de diversos agentes que se conecten y puedan fortalecer planes multidisciplinarios para alcanzar objetivos económicos, tecnológicos, políticos-institucionales, culturales, sociales y ambientales que no nos dejen desfallecidos por efectos de la globalización.

En gran parte de las municipalidades rurales, que no deja de ser el caso la provincia de Yauyos aún existe una debilidad institucional y de las organizaciones comunitarias –no necesariamente de capacidades– de escasa valoración por sus recursos paisajísticos, histórico y culturales lo que imposibilita trabajar por desterrar la pobreza rural y mejorar la calidad de vida y bienestar de la población[2].

Ahora bien, el desarrollo rural debe enfocarse a dimensiones que abordan temas institucionales-políticos, socio-económicos, productivos-tecnológicos y ecológico-ambientales, a través de capacidades articuladoras y promotoras buscando siempre cambiar las condiciones estructurales que mantienen la pobreza rural.

Finalmente, para enfrentar problemas o dificultades y asumir los verdaderos roles de la municipalidad, se debe redefinir estructuras organizativas en función de tipos de municipalidades previamente identificados, brindándoles un nuevo reto con una visión gerencial de comunicación y liderazgo nato para mantener su presencia y legalidad como órgano de gobierno local ante una comunidad.

(*)   Especialista ONG Oikos Cooperaçäo e Desenvolvimento
           edwin.goicochea@gmail.com

[1] Extracción parcial “Participación Ciudadana” - EMGM
[2]Se ha tomado en cuenta el Módulo: Municipalidades Rurales Pequeñas (PRODES)

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