domingo, 16 de enero de 2011

Leyenda de la dentadura del hombre


Versión obtenida en el Distrito de Madeán
Pueblo de Yuncaypara

En el cerro “Wiñaccancha”, la hermosa montaña, en cuyas faldas, el Virrey Francisco de Toledo en 1573 fundó el pueblo de Viñac, Dios creó al hombre e instalo como su morada al Valle de Yuncaypara, donde había alimentos en abundancia. Inmensa cantidad de flora, fauna y un clima envidiable. Sembríos de tubérculos y toda clase de plantas alimenticias, animales salvajes, patillos que alegremente nadaban y se zambullían a las aguas cristalinas de la laguna de Qochapampa. Pájaros de distintos colores, cruzaban su límpido cielo siempre azul, que contrastaban con las aguas del mar.
Pero, a nuestro Señor se le había olvidado dotar de dientes al ser humano. Entonces desde el cielo envió a la tierra a un Zorzal, portando una taleguita, que contenía dientes, muelas que había de incrustárselos en las encías del hombre, hasta entonces solo engullía sus alimentos, totalmente íntegros.
Sin embargo el zorzalito, llevado por su temperamento pueril y su espíritu badulaque, llegó hasta Yuracsayhua y en la casa de Trinidad Centeno Huari encontró chicha fermentada en abundancia. Bebió y bebió hasta hartarse, embriagándose con ella y perdiendo el recado. Al volver en sí y con la cabeza que le daba vueltas, recordó la misión que tenía que cumplir. Y al darse cuenta de la perdida del encargo, fue a buscar al “Akaklluy” quien lo había robado. Voló en su búsqueda a “Allq’aamarca”. No lo encontró y luego a “Wancamarca”, finalmente se dirigió a “Pukahuasi” ciudad pre-inka de los huangasquinos. Todo fue en vano. El ladrón se había hecho humo como parte del encanto.
Desesperado y no sabiendo que hacer, el astuto pajarraco observó desde las alturas del cerro “Huamaní”, cientos de andenerías en las faldas de “Buenavista” y “Habas pata”, donde florecía en abundancia, maíz de distintas calidades. Sigilosamente fue a “Occolla”, de propiedad de Mamerto Alvarado Quispe, saciado su hambre y sed, decidió volver a Yuncaypara y presentarse ante el hombre, llevando dientes y muelas de maíz, para ser encajado en el respectivo maxilar. Y así los hizo. Por esta razón nuestras dentaduras son vulnerables a la caries.
Cuando estuvo de regreso al cielo, Dios lo había visto todo, lo llamó y lo reprendió severamente, a fin que en lo sucesivo no volviera a cometer dichas faltas y torpezas. Luego lo tomó del cuello, azotándolo en el ano, con un cordón que llevaba en la cintura, hasta hacerlo sangrar. Dicen que por esta razón y el castigo recibido, que el zorzalito tiene ciertas úlceras en el conducto excretor.
Han pasado cientos de años, el hermoso paisaje de Yuncaypara, sigue floreciendo. Sus terrenos siguen produciendo toda clase de productos alimenticios, siendo la despensa y la esperanza del poblador madeanino. Mientras que los andenes pre-inkas, construidos en las faldas del cerro “Huankara’j”, “Habas pata” y “Buenavista”, que producían choclos de muchas variedades, que alimentaban a miles de habitantes de “Pucahuasi” y “Huamaní”, trasladando el agua por intrincados canales construidos desde el nevado de “Aukichanka” se hallan abandonados y eriazos, ante la inercia y la negligencia de sus autoridades.
Los cientos de terrazas de “Parpayá”, edificadas por los primeros pobladores de Apurí, que está en la margen derecha del Río “Aukichanka”, cosechan toneladas de maíz y tubérculos de buena calidad, comerciando con la ciudad de Cañete y Lima.
En la época pre-inka, la Zona Sur de Yauyos pertenecía al Imperio hegemónico de la Cultura Wari, posteriormente a los Chankas y finalmente a los Wankas. Los productos remanentes eran comercializados con los Yuncas y enviados a la ciudad de Viñaque, capital de la Cultura Wari.

Obtenido de: Libro "Historia jamás contada de Yauyos y sus Pueblos"
Autor: Manuel Madueño Huari

2 comentarios:

Anónimo dijo...

sinceramente me siento orgulloso de ser yauyino una provincia con tanta riqueza cultural y de gente talentoso como mi paisano MANUEL MADUEÑO HUARI

atte NINO QUISPE CARRION

Anónimo dijo...

sinceramente me siento orgulloso de ser yauyino una provincia con tanta riqueza cultural y de gente emprendedora como el amigo Manuel Madueño Huari´