REGIDORES JÓVENES: ACIERTO O ILUSIÓN
Por: Lic. Edwin R. Goicochea Quispe
El 10 de agosto de 2006, fue aprobada y promulgada la Ley del Concejal Joven Ley Nº 28869; lo que permitiría que la participación política de diversos sectores se dé en un plano de igualdad de condiciones, además de brindar la posibilidad a los jóvenes de participar como actores activos en el desarrollo de su localidad; sin embargo podemos notar con gran preocupación el poco (por no decir “nada”) protagonismo de los jóvenes (regidores elegidos) en nuestra provincia de Yauyos y sus distritos en el periodo municipal 2007 - 2010, desde nuestra visión y haciendo un análisis político desconocemos que los representantes juveniles hayan tenido iniciativa de algún proyecto que beneficie a este grueso de la población electoral (el INEI señala que el 51 por ciento de la población peruana es menor de 30 años).
No obstante, reza un verso de Antonio Machado “Caminante no hay camino/camino se hace al andar…”, lo que puede quedar como consuelo y saber que pese a todas las limitaciones, se habría podido dar un gran salto que permita una mayor actividad política de los jóvenes, y sobrepasar las vallas y barreras que los propios partidos políticos continuamente han puesto; esta ley además permitiría la renovación de la clase política y los partidos políticos, propiciando la formación de nuevos líderes y de cuadros intermedios que permitan dar una mayor organicidad a los partidos políticos.
El poco protagonismo que hayan podido tener vuestros representantes, no debe servir para dar lugar a las improvisaciones que podría empeorar la impresión de los jóvenes sobre la política, porque si hablamos de improvisaciones en las que han incurrido lo cual es cierto, pero no solo es a nivel de los regidores jóvenes, esta improvisación se da a todo nivel incluso de los mismos partidos políticos, porque si nos pusiéramos a analizar este tipo de organizaciones entre elección y elección no tienen una vida dinámica.
Debemos también entender que los jóvenes deben participar en la política, pero no por ser jóvenes, ni porque “renuevan” el sistema político, sino porque son ciudadanos cuyas particularidades podrían brindar mucho aporte a sus gobiernos locales (municipios); pero, no por los años de la persona, sino por la fortaleza de sus valores; por consiguiente NO concibiendo desde mi punto de vista lo que decía Gonzáles Prada: “Los viejos a la tumba, ¡los jóvenes a la obra!"
Debo concluir anticipando y proponiendo a que los partidos políticos deberían ser los responsables de formar nuevos cuadros, que permita contar con líderes jóvenes y capacitados para afrontar nuevos retos y ser participes del círculo íntegro del desarrollo del país, desarrollo que tiene que entenderse como una participación activa que involucre en los diferentes niveles; por supuesto que esta no debe ser responsabilidad exclusiva de los jóvenes, sino, por el contrario, debe ser fruto de un diálogo entre generaciones, que debe concluir en hacer nuevas formas de hacer política, innovar porque la política en todo momento debe ser una tarea creativa: nuevos espacios, nuevas ideas, nuevas soluciones; los jóvenes deben estar preparados para poner en agenda temas como educación, salud y justicia, desde el poder político estos problemas deben tener soluciones.
Por último, el 13 de diciembre de 2009, se promulgó la Ley Nº 29470, que promueve también la participación de no menos del 20% de ciudadanos jóvenes menores de veintinueve (29) años para integrar el consejo regional, creando aún más espacios de participación, sin embargo estas normas no deben considerarse como procesos automáticos, es más bien tarea de la sociedad civil crear mecanismos que permitan a los jóvenes una participación más activa en la política.
No obstante, reza un verso de Antonio Machado “Caminante no hay camino/camino se hace al andar…”, lo que puede quedar como consuelo y saber que pese a todas las limitaciones, se habría podido dar un gran salto que permita una mayor actividad política de los jóvenes, y sobrepasar las vallas y barreras que los propios partidos políticos continuamente han puesto; esta ley además permitiría la renovación de la clase política y los partidos políticos, propiciando la formación de nuevos líderes y de cuadros intermedios que permitan dar una mayor organicidad a los partidos políticos.
El poco protagonismo que hayan podido tener vuestros representantes, no debe servir para dar lugar a las improvisaciones que podría empeorar la impresión de los jóvenes sobre la política, porque si hablamos de improvisaciones en las que han incurrido lo cual es cierto, pero no solo es a nivel de los regidores jóvenes, esta improvisación se da a todo nivel incluso de los mismos partidos políticos, porque si nos pusiéramos a analizar este tipo de organizaciones entre elección y elección no tienen una vida dinámica.
Debemos también entender que los jóvenes deben participar en la política, pero no por ser jóvenes, ni porque “renuevan” el sistema político, sino porque son ciudadanos cuyas particularidades podrían brindar mucho aporte a sus gobiernos locales (municipios); pero, no por los años de la persona, sino por la fortaleza de sus valores; por consiguiente NO concibiendo desde mi punto de vista lo que decía Gonzáles Prada: “Los viejos a la tumba, ¡los jóvenes a la obra!"
Debo concluir anticipando y proponiendo a que los partidos políticos deberían ser los responsables de formar nuevos cuadros, que permita contar con líderes jóvenes y capacitados para afrontar nuevos retos y ser participes del círculo íntegro del desarrollo del país, desarrollo que tiene que entenderse como una participación activa que involucre en los diferentes niveles; por supuesto que esta no debe ser responsabilidad exclusiva de los jóvenes, sino, por el contrario, debe ser fruto de un diálogo entre generaciones, que debe concluir en hacer nuevas formas de hacer política, innovar porque la política en todo momento debe ser una tarea creativa: nuevos espacios, nuevas ideas, nuevas soluciones; los jóvenes deben estar preparados para poner en agenda temas como educación, salud y justicia, desde el poder político estos problemas deben tener soluciones.
Por último, el 13 de diciembre de 2009, se promulgó la Ley Nº 29470, que promueve también la participación de no menos del 20% de ciudadanos jóvenes menores de veintinueve (29) años para integrar el consejo regional, creando aún más espacios de participación, sin embargo estas normas no deben considerarse como procesos automáticos, es más bien tarea de la sociedad civil crear mecanismos que permitan a los jóvenes una participación más activa en la política.
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