Leña en
mano recorren las calles bailando y jugando a la 'guerrita' cuando hay fiesta
en Yauyos, región Lima. Así lo ordena una costumbre que, según la voz
de un viejo poblador, estaría a punto de desaparecer. ¿Será cierto? Descúbralo
en la siguiente crónica.
Luis
Pérez / Revista Rumbos.- Puede desaparecer. Nuestra costumbre puede
desaparecer. No es broma. Es una advertencia. Y si eso sucede, adiós risas,
adiós jueguitos, adiós a todo. Y por favor, entienda que no es una
broma. Dígale a medio mundo lo que está pasando. Hágalo. Ayude a que
esto no se quede en simples recuerdos. Escuche y apúntelo bien. Ah..., pero no
se olvide de poner mi nombre al final.
Y es que
aquí, cuando se festeja al santito milagroso, a la virgencita inmaculada o la
santísima cruz, renace una costumbre que desde que tengo uso de razón jamás la
he dejado de practicar. Creo que si eso sucede, las celebraciones religiosas en
mi tierra, Yauyos (Lima Provincias) ya no serían las mismas. Y
es por eso que tengo miedo a que se pierda.
¿Imagínese
que eso ocurriera? Ya no reiría, ni jugaría, ni haría nada de eso que
siempre hacemos en el 'saca leña'. El momento mágico en víspera al día central.
La noche en la que toda la leña donada y ofrendada por los devotos de aquí y de
las comunidades cercanas, es sacada de la mayordomía para ser llevada por las
callecitas, la plaza y muchos otros sitios.
Pero
claro, las leñas no caminan solas. Las personas las tienen en sus manos.
Ellos, en parejas, forman una interminable hilera. Todos salen por la puerta de
arriba de la mayordomía, esa que en su cúspide tiene una cabeza enorme de toro
adornada con serpentinas, alimentos y, claro, cómo no, muchas calabazas. No es
por gusto que a todos los de mi tierra, Yauyos, nos dicen 'calabaceros'.
Baile y
correteo:
Él tiene
razón. En todo tiene razón. Y es que esa costumbre que renace cuando se
festeja al santito milagroso, a la virgencita inmaculada o a la santísima
cruz, no se puede perder. Si eso ocurriera que harían todos los que ahora,
en este instante en la víspera del aniversario de la provincia, bailan y
corretean siguiendo el ritmo de la banda de músicos.
Melodías
lentas hasta que los bombos y los platillos aumentan el ritmo y el jolgorio; entonces,
las risas, los jueguitos y todo eso crece, mientras adelante van los
padrinos. El varón lleva sobre su pecho una cruz cargadita de
flores y la mujer esa teterita que se recarga a cada rato con el
bendito chamiscol, con el que se entra en calor para seguir el
recorrido y aplacar el frío.
Más idas
y vueltas. Las leñas se convierten en espadas con las que juegan a la
'guerrita'. Pero es tiempo de retornar al local de mayordomía, sino con qué
prepararán las cocineras los calditos y guisos para el pueblo entero.
Y eso lo
sabe don Jacinto Vivas, quien acepta que solo hizo una bromita. Que la
costumbre de su tierra, Yauyos, jamás desaparecerá. Qué viva la fiesta, y qué
beba. Y eso si es una advertencia.
El dato
La noche
del 14 de agosto esta escena se repetirá en la capital de la provincia de
Yauyos, durante los festejos en honor a la Virgen de la Asunción, la patrona
del pueblo.
En Rumbo
Dónde: De
Lima a San Vicente de Cañete por la Panamericana, desvío a Imperial. Seguir
hasta Magdalena del Río. A nueve kilómetros a la izquierda está Yauyos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario